martes, 29 de mayo de 2012

¿Narco-tradición o Narco-ntradicción?



¿Narco-tradición o Narco-ntradicción?
Ilustración / Fotomontaje / Marketing de Guerrilla.
31 x 26 cm.
PSD / CS5.

Encabezado:

Ante el asesinato de nuestro Director Guillermo Cano, del candidato presidencial Luis Carlos Galán, del periodista Jorge Enrique Pulido Sierra, de la periodista Diana Turbay, de las 107 víctimas fatales del vuelo 203 de Avianca, del del atentado contra el edificio del DAS, del asesinato de Marina Montoya de Pérez, del ministro de JusticiaRodrigo Lara Bonilla y de más de 15.000 muertes de ciudadanos, jueces, magistrados y policías...

EL ESPECTADOR se reafirma en su decisión de no dar publicidad a los violentos en su portada.


---

Colombia va tener que librar otra lucha contra otro tipo de violencia, y es la que se está enquistando en los medios de comunicación, más propiamente en la televisión. Esta alternativa de entretenimiento se convierte cada vez más en un espacio de frivolidad de lo público y lo privado, de extremos sociales, pero también de contradicciones. Empezando por el hecho que vivimos en un país cuyos habitantes intentan una búsqueda de la paz, pero que sintoniza en horario estelar el mal que tanto lo carcome, y al paso que vamos se puede hacer a cualquier hora del día. Para disimular la contradicción y para que esta idea cale bien en la psique del espectador sin que le cause mayor sospecha (como algunos creen que sucede), tales contenidos televisivos tienen que tener unas características especiales, es decir, la forma en que están dispuestos o presentados y el tipo de mensaje que transmiten. No se necesita ser un crítico de cine o un especialista en la materia para no pensar en el sinnúmero de interpretaciones que puede arrojar una novela como el “Capo 2” o “Escobar el Patrón del Mal”, unas a favor, otras en contra y otras quizá no les dará mucha importancia, al fin y al cabo sujetas a un presupuesto y en casos dados a un de actores de categoría, para venderle a quien lo ve un producto de alta calidad, ya que al fin y al cabo el gusto del consumidor es el que importa. ¿Pero hasta donde es sano pensarlo? Sobre todo cuando de forma reiterativa se recurre a este categoría de narco-novela o "Sicaresca", en medio de un bombardeo de franja de noticias,  entretenimiento, comerciales y realities que opacan una perspectiva real del país. ¿De quién es la culpa? ¿Quién gana con todo esto? ¿Cuál es el propósito de convertir a la televisión en un espacio que de la noche a la mañana retoma eventos que tratan de quedar en el pasado desde hace más 20 años? Si las “lecciones” apuntan a contar sucesos para no repetirlos, ¿Es necesario que quienes lo hagan hablen de “capos” al mimo tiempo? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario!!