Toxicología de los Residuos y Basuras.

Toxicología de los Residuos y Basuras.
Ilustración / Infografía.
29 x 21 cm.
PSD / CS5.

Colombia es un país multiétnico de gran diversidad cultural y racial, pero también es un país de diversidad racista. La historia nos ha demostrado que en el pasado hubo potencias mundiales en  racismo (no necesariamente contra las personas de color y con consecuencias tan devastadoras como el holocausto judío), y que justificar afirmaciones racistas como accidentales o malentendidos, es una excusa que se convierte en defecto innato como el de hacer comparaciones ofensivas, que en el caso de Sabas Pretelt en una entrevista que le hacía el periodista Lorenzo Cairoli en Roma dijo ¿para qué vas a Chocó, si allá solo hay negros y mosquitos? son totalmente fuera de lugar. Esto hace recordar los tiempos en que la extrema derecha del país en cabeza de Laureano Gómez en el año de 1928 se refería a las personas de color así: “El predominio de los negros en una nación la condena al desorden y la inestabilidad política y económica” o a los tiempos de Rojas Pinilla en plena década de los 50´s con: “El pueblo chocoano es una especie de minusválido e incompetente que requeriría ser desmembrado y entregado a los departamentos vecinos”. Pero estas afirmaciones son superadas por las de Rodrigo Mesa que bajo una modalidad escatológica del lenguaje, lleva el imaginario e identidad del pueblo Chocoano a un nivel de extrema indignación y más aun cuando sus excusas recaen en mal entendidos que ni siquiera concuerdan con las demás declaraciones que dio del departamento.

Su salida olímpica la da en sus disculpas diciendo que fue malinterpretado, en razón de que quiso decir “boyo” refiriéndose a problema  y no “bollo”. Si hubiese sido así ¿Qué sentido tendría ponerle perfume a una “dificultad”? ¿Acaso creyó que su símil no se entendería aun más cuando habla de  pañales cagados? El diputado debe estar acostumbrado a pensar más en las fiestas de su casa que en la administración de los recursos de los municipios limítrofes, entre los departamentos de Antioquia y Chocó, y así como pretende organizar la casa para una fiesta, debería organizar sus ideas primero para no salir con un “pañal cagado” después.

Estas y otras declaraciones que no son necesariamente racistas pero que si evocan el rechazo de los ciudadanos, deben ser suficientes para que al menos los partidos políticos a los cuales se adscriben quienes los profesan, se les impongan las sanciones correspondientes y en casos dados la inhabilidad para el desempeño de sus funciones, como castigos ejemplarizantes. Es una lástima que aquellos que tienen el privilegio de tomar decisiones sobre lo público y que hayan sido escogidos por el pueblo (en casos dados bajo la mano bondadosa del clientelismo) para realizar tales funciones, consideren su propia investidura como un escudo que los puede blindar frente al albedrio de sus actos.  Este es un problema que pese a no pasar desapercibido, es su solución lo que evitara haga parte del mal de memoria que padecemos cuando dejamos pasar un tiempo este tipo de sucesos, (eso también es algo innato).